Un año más con motivo de la celebración de la noche de Halloween y del Día de Todos los Santos por desgracia ha vuelto a ser destacada la presencia de disfraces de enfermeras sexys, asesinas o de temática zombie.
Esta práctica tan extendida cada vez que hay una celebración con disfraces de por medio solivianta al sector de enfermería que entiende que tienen ‘connotaciones ofensivas y denigrantes’, según defiende el Consejo General de Enfermería, que solicita a los grandes distribuidores comerciales que no contribuyan a fomentar esta visión denigrante de la mujer y, en un segundo término, a la paradoja de relacionar con la muerte y el asesinato con los profesionales que cuidan y curan a las personas.
“A las enfermeras y los enfermeros no nos gusta tener que asistir cada año con perplejidad e indignación a la oleada de disfraces de ‘enfermera sexy’, ‘asesina’ o ‘zombie’ que ofenden a la imagen pública de una profesión cuya dedicación no sólo exige unos niveles de cualificación académica y universitaria de primer nivel, sino que es reconocida como baluarte de la calidad de la asistencia sanitaria”, argumenta Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.
La institución que representa a las 330.000 enfermeras y enfermeros de nuestro país cree que, a pesar del carácter lúdico y de cultura popular de la fiesta de Halloween, la imagen que se ofrece a los más jóvenes no contribuye a crear una sociedad más igualitaria y de respeto a la imagen de la mujer con esa visión tan sexualizada, trivial y frívola que encubre un mensaje confuso y ofensivo y que, en resumen, atenta contra la dignidad de la profesión.
“No solo denunciamos en Halloween, sino también porque se utiliza en fiestas, despedida de solteros, fiestas privadas, carnavales …etc. Desde el CGE hacemos un llamamiento a todos los padres y madres para que no vistan a sus hijos e hijas con disfraces de enfermeras que ofenden a la profesión, porque estas prácticas se normalizan y se mantienen en el tiempo hasta seguir utilizándose en la edad adulta”.
Sindicatos y colectivos de enfermería de toda España periódicamente claman contra este tipo de disfraces aunque todavía no han conseguido erradicar una práctica que denigra el papel profesional de la enfermería y en concreto de las mujeres.